Hoy vamos a hacer un ejercicio, que es fundamental para todos los días que siguen en esta cuarentena…Sentir sin juzgar, conectar con ese SER, en el sentir…
Hoy solamente vamos a sentir sin juzgar lo que siento… sin poner rótulos, sin explicar lo que siento… Sin alimentar con pensamientos lo que siento… Solo siento… y permito que esa sensación se expanda por mi cuerpo. Si siento tristeza, la siento, pero no me cuento la historia por la cual estoy triste… Simplemente la siento, y si me da por llorar, lloro… y otra vez… no me cuento por qué lloro, simplemente, lo hago.
Hasta que el sentimiento cambie solo… o siga allí… o se transforme en lo que quiera transformarse… Solo permito que lo que sea que esté allí se manifieste.
Estoy presente en mi sentir… y lo dejo ser… sin que mi pensamiento acompañe ese sentir.
Cuando juzgo lo que pasa, alimento ese sentimiento… lo hago más grande, o por el contrario, busco negarlo y lo lleno de pensamientos que solo tienen como objetivo cambiarlo.
Hoy dejo que lo que tiene que ser, sea… Dejo que una parte de mi ser que en general no aparece, se manifieste.
Muchos me dicen que “duele tanto la tristeza, que no quiero sentirla”… No pasa nada con sentirla… lo que nos pasa es que le ponemos palabras a ese sentir y lo hacemos muy “grave”. Ya vimos en las cuarentenas anteriores la relación que hay entre los pensamientos y cada emoción en particular… Hoy, no explicamos lo que sentimos, mucho menos por qué o para qué lo sentimos… Solo lo sentimos.
Si es alegría, nos permitimos sentirla… Si es enojo… nos permitimos sentirlo, SIN EXPLICAR por qué estamos enojados, ni accionando… solo sentir.
Sentir es dejar que pase lo que pasa en nuestro cuerpo… sin juzgar, significa que no me explico con palabras ni pensamientos lo que ocurre. ¿Cómo hacemos esto? Simplemente observando como si se tratara de un paisaje que observo. Me observo en el sentir.
Si les resulta muy complicado, lo pueden compartir en el grupo. También pueden compartir lo que “sintieron” con este ejercicio.
