EN EL DAR ESTÁ MI ABUNDANCIA

Cuando doy activo el fluir de la abundancia. Comprendo que doy lo que tengo. Y recibo multiplicado. Dar implica poder ofrecer mis dones, mis talentos, lo que soy. Algunas personas sienten que no tienen nada que dar. Sin embargo, todos lo tenemos, solo que no nos reconocemos como posibilidad para los demás. Pensamos que lo que damos no es importante, o no sirve, o es poco. 

Dar un abrazo, una sonrisa, una mirada, dar una escucha desinteresada, sin juicios. Dar una palabra de aliento. Dar algo hecho por nuestras manos, algo que sabemos hacer, es dar….

Cuando damos y entregamos eso sin esperar nada a cambio, estamos demostrando la confianza en este dar y recibir que es un flujo permanente de la vida, del Universo.

Damos a otros lo que somos…. y ese dar es fuente de abundancia. Damos desde lo que nuestra propia Fuente nos permite. Y todo lo que guardamos sin dar, se estanca. Es energía que se bloquea. 

Cuando guardamos sin dar, es que no confiamos en este fluir abundante de la vida. Cuando doy , lo hago en la certeza de que nunca nada me faltará. ES un acto de certeza. 

Y cuando damos, se produce la magia de recordar que soy parte de un todo perfecto. Y que mi única función es dar. El recibir llega por añadidura. No me centro en lo que recibo, sino en lo que doy. Y el recibir llega solo. 

Por eso, hoy enfoco en el dar.

1. Ofrezco y doy algo a alguien que amo

2. Ofrezco y doy a alguien que no conozco

3. Doy sin esperar nada a cambio. Ni siquiera un “gracias” o una sonrisa. 

4. Dejo un libro que ya no uso en una plaza o en un lugar público, con un papel que diga: “Para ser entregado a otro, cuando lo termines de leer. Solo llévalo si vas a leerlo. Gracias!”

5. Regalo lo que ya no uso y está en buenas condiciones. 

6. Doy mi conocimiento a alguien que me lo pida, de manera gratuita. Simplemente por dar. Mi intuición me va a decir a quién. 

7. Pienso y escribo. Si tuviera que dar todo lo que sé a alguien, ¿qué le daría? 

8. Si alguna vez di y no recibí a cambio nada, suelto. Perdono. Resinifico este dar . No le di a la persona, sino al Universo. Y El devuelve todo multiplicado. 

9. Registro: ¿Qué me pasa cuando doy? ¿Qué siento?¿Qué espero? ¿Qué sensación me queda después? Si queda vacío, allí comprendemos el sentido de la carencia. ¡Aquí está el núcleo de todo mi conflicto con la abundancia!  

10. Doy porque quien me da es mi propia Fuente: Dios, el Universo, el Doble, mi Ángel, quien quiera que sea mi propia imagen de la Fuente. Doy algo al Universo, a Dios…. Desde el corazón. Y le doy las gracias por poder dar. Siento allí mi abundancia.

Acá te dejo el primer episodio de mi podcast «Soy Abundancia»:

Laura Barrera, Coaching Cuántico, Directora Escuela Punto Cero.

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