¿Qué nos dice la Madre Tierra? Nuestra Madre Tierra, nuestro Planeta?
Todos los elementos nos hablan! Fuego, Aire, Agua, Tierra, Plasma! Esta es mi creencia. No pretendo convencerte de nada…es solo mi mirada, que resuena en mi corazón al ver lo que pasa. Todo pareciera estar expresándose sin que por nuestra parte escuchemos el mensaje!
Ya el año pasado, para esta misma fecha, el fuego atrapaba el Amazonas, África Central, Australia. Hoy aparece en varios puntos del mundo, y en Argentina no da tregua.
Un virus nos está también transmitiendo un gran mensaje y tampoco escuchamos, porque volvió o porque no se fue aún.
Nada pasa por casualidad. Nada ocurre sin dejarnos un mensaje, sin que sea la posibilidad de hacer esta mirada del adentro/afuera…. De la unidad de todo, de la resonancia de la información. . Creemos que los eventos son ajenos a nosotros, pero nada es ajeno. Somos parte de un mismo Campo Unificado de energía, un mismo Campo que nos une y nos muestra que estamos inseparablemente unidos a él, y a un Creador. Ya la ciencia no duda de esto. Quienes vivimos desde la espiritualidad, ya lo sabíamos!! Pero ….¿Lo recordamos?
Seguimos expresando en nuestro Planeta, nuestras propias emociones y conflictos sin gestionar.
Estoy cada vez más convencida de que solo nuestro amor, nuestra paz interior, enfocar en la benevolencia, en un cambio urgente en las relaciones que entablamos con nosotros mismos y con otros nos ayudarán a sanar nuestra Madre Tierra y a erradicar el virus, a frenar la propagación del miedo, también , como una de las mayores pandemias que acompañan al Covid.
¿Podemos hacer algo por nuestro Planeta? ¿Cómo podemos colaborar?
Como es adentro es afuera. No hay una separación. Todo es uno. Vivimos en resonancia y en unidad con el Universo. Podemos colaborar y cambiar la realidad, trabajando cada uno en nuestro interior, viendo qué energías y qué pensamientos estamos manifestando y proyectando. Cada pensamiento es energía que crea potenciales. Y los creamos diariamente de maneras que nos cuesta reconocer. Cada emoción tiene una frecuencia, y resonamos con altas o bajas frecuencias.
¿Qué emociones y qué pensamientos tenemos en nuestro día a día? ¿Somos conscientes de la energía en la que resonamos con ellos? Si te dijeran que tu propia frecuencia sincroniza con la del planeta, ¿Qué harías? ¿Seguir alimentando al planeta con energías de baja frecuencia como el enojo, el miedo, la culpa, la ira? ¿O le darías amor, armonía, equilibrio?
Pensé que la pandemia iba a ser una oportunidad para limpiar el planeta. Hoy no sé si es parte de la limpieza… o parte de algo mayor o diferente. Desde mi mirada todo siempre tiene un sentido, un propósito mayor, lo cual espero…. Lo cual trato de sintonizar desde pensamientos benevolentes, bendiciones y un enfoque en el amor. Y también en la certeza de la presencia de un Creador detrás de todo, que limpia, acomoda, sana, libera de todos los potenciales negativos que estemos creando los seres humanos , que aún no hemos despertado de esta consciencia e ilusión de separación.
Además de lo emocional, espiritual, interno, tenemos que tomar consciencia del cuidado concreto del Planeta. Siendo conscientes de a quién estamos entregando el poder para que manejen los destinos políticos y económicos de los países.
Haciéndonos responsables de nuestro planeta en el cuidado diario: basura, reciclaje, cuidado del agua y el aire, etc.
¡Estamos a tiempo aún de proyectar otra cosa en el planeta!
No busques responsables afuera, por más que creas que alguien encendió la mecha del fuego…Esto que pasa tiene que ver con cada uno de nosotros! En esto que pasa, todos podemos colaborar. Es nuestro oxígeno, nuestro clima, nuestra agua, nuestra biodiversidad.
Que el fuego se apague pronto y la naturaleza vuelva a expresarse en todo su esplendor. Que el agua baje en los lugares inundados. ¡Que los volcanes no hagan erupción! Que los huracanes bajen intensidad. Que la tierra no se mueva con fuerza. Que las tormentas solares no afecten el plasma del planeta.
¡Que despertemos todos a tiempo!
¡Somos uno! ¡A vivir en esa consciencia y a sanar la mirada de separación! ¡Un gran camino para hacer!